Porque Usamos Las Células Madre Vegetales...

El cuerpo humano, al igual que el resto de organismos vivos, está formado por millones de células, cada una de las cuales tiene una función determinada. De este modo, encontramos células especializadas en los diferentes tejidos (muscular, óseo, piel, sangre o fibras nerviosas), así como en los diferentes órganos. Cualquiera de estas células proviene de las llamadas células madre.

Las células madre forman parte de alguno de los temas de actualidad más interesantes. Estas células son destacadas por dos motivos: son células sin diferenciar, por lo que se pueden transformar en cualquier tipo celular presentes en los organismos; y tienen la capacidad de dividirse dando lugar a más células idénticas a ellas. En este punto, debemos saber que existen dos tipos de células madre: las embrionarias y las adultas. En el primero de los casos se trata de células presentes en el cordón umbilical, por lo que solo las encontramos en las primeras etapas del desarrollo, y tienen la capacidad de convertirse en cualquiera de los diferentes tipos celulares. Por otro lado, las células madre adultas se encuentran localizadas en determinados tejidos de nuestro cuerpo, permaneciendo en ellos durante toda la vida, pero únicamente pueden dar lugar a células del tejido del que provienen. De un modo u otro, estas células cumplen una función muy importante en nuestro organismo durante nuestras vidas, ya que son las encargadas de reparar los daños en caso de lesión o enfermedad.

Las células madre adultas que forman parte de nuestra piel actúan renovando continuamente aquellas células que mueren o van envejeciendo. Así, las células encargadas de generar elastina y colágeno (los fibroblastos), se renuevan continuamente, realizando su función sin problemas. Sin embargo, con el paso del tiempo, unido al estrés ambiental al que estamos sometidos, sobre todo por la contaminación y la radiación ultravioleta, nuestras células dejan de ser tan numerosas y eficientes, necesitando de ese modo más tiempo para regenerar la piel. El resultado visible que obtenemos es, por tanto, una piel con menos firmeza.

Para ayudar a combatir este problema, los nuevos métodos en cosmética recurren a las células madre vegetales. Estos métodos consisten en la obtención de unos principios activos de las células madre de origen vegetal, los cuales ejercen una acción positiva sobre las células madre adultas de nuestra piel. Esto se debe a que dichos activos las protegen y las estimulan para su autorrenovación, de manera que ayudan a mejorar la capacidad regeneradora de las mismas.

En Nab’s el ingrediente activo utilizado en nuestras cremas proviene de las células madre de argán, obtenidas del milenario árbol del argán. Este activo tiene la capacidad de proteger y revitalizar las células que forman nuestra epidermis. Un ejemplo, dentro de la cosmética natural y ecológica de Nab’s, lo podemos encontrar en la crema de células madre enriquecida con calcio, la cual ofrece una potente acción reparadora, dando mayor elasticidad a la piel y activando la producción de colágeno, mejorando así las arrugas propias de la edad.